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Fue su hermano el que acercó a Nelson Canivilo Bordones a la práctica del ajedrez. Hoy, 15 años después, este joven se convirtió en un gran representante loíno de esta disciplina y además enseña a las nuevas generaciones, trabajando como instructor.
Comenta que si bien cuando estaba en la enseñanza media hizo clases a un par de niños, no estaba en sus planes transformarse en un instructor, sin embargo este año comenzó a trabajar en la escuela 21 de Mayo.
“Primera vez que me tomaba el tema de profesor de ajedrez de una manera más seria y, al mismo tiempo, a la vez que trabaja con la escuela trabajaba con el club de ajedrez de Calama entonces claro en principio el tema del interés por el ajedrez como tal me empezó hace muchísimo tiempo, prácticamente toda mi vida jugando ajedrez y mi interés por enseñar empezó principalmente este año”, detalló Nelson.
Explica que, enseñando ajedrez le ha permitido experimentar sensaciones que antes no había tenido. “La primera vez que vi todos esos resultados en un torneo, el tema de darme cuenta yo mismo que todo el trabajo que estábamos haciendo daba frutos, realmente fue una sensación que no había sentido nunca y fue súper gratificante el hecho de sentir que, el progreso de esos niños, tenía que ver en alguna medida conmigo. Fue algo que me llenó bastante y en ese momento, fue algo que hizo un click en la cabeza, decir ok, realmente hacer esto me gusta, el tema de enseñar es algo que me está gustando bastante”.
Como jugador, este joven calameño participó de diferentes torneos, donde dice que a pesar del desgaste mental y físico que ello requiere, es una instancia para conocer otras realidades e incluso a grandes jugadores.
Nelson Canivilo explica que la práctica del ajedrez, no es para nada elitista o sólo para gente inteligente o que sean buenos para las matemáticas, que ello es más bien un estereotipo. “No siento que una cosa tenga que ver necesariamente con la otra”, expresa.
Por el contrario dice que son innumerables los beneficios que se pueden adquirir jugando ajedrez, el que no sólo sirve para esta disciplina sino que para toda tu vida.
Entre ellos está el que mejora la concentración, ayuda a controlar las emociones, a ser más analítico, a buscar soluciones, manejar la frustración, entre otros. “Yo siempre le digo a mis alumnos que ellos a lo mejor a futuro no se van a dedicar profesionalmente al ajedrez o a ser entrenadores, pero que todas estas habilidades que han aprendido, les servirá para toda la vida”.
Finalmente reconoce que estos dos últimos años en Calama se ha fomentado la práctica del ajedrez y que han aumentado los torneos, sin embargo cree que se requiere de más apoyo considerando los logros que los loínos obtienen en los diferentes campeonatos en el que participan. Además destaca la creación del Club de Ajedrez, del que también forma parte.
Por lo pronto, sigue preparando a sus alumnos para los próximos campeonatos.