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Valorar la vida de los animales y los seres humanos, es uno de los principios vitales de Jeana Elo Araya, quien es una activista feminista y antiespecista que defiende los derechos de los animales y promueve una vida sana y sustentable pues es cocinera de profesión.
Sobre cómo se interiorizó en estas causas, comenta que, “primero empecé con la conexión hacia la cocina desde niña y después, cuando fui creciendo, fui conectando mucho con luchas feministas y con la conexión hacia los animales y ahí hice un link entre ambas luchas, porque son muy parecidas”, explica esta joven.
Agrega que, “conecté mucho con mujeres de Calama a organizarnos en la colectividad para hacer educación y autoeducación entre todas y todos para poder potenciar la vida digna de los animales y también y de las mujeres como no objetivizarlas y hacer una nueva educación”.
En este sentido explica que el trabajo no ha sido fácil aquí en Calama, “es difícil porque vivimos en una zona minera donde hay muchos hombres, el machismo está muy acentuado y la gente tiende a vivir como desde el individualismo”.
No obstante señala que son las nuevas generaciones lo que están tomando más consciencia de estas luchas. “Los que más tienen conexión con esta forma de cambiar, de hacer revolución, de la forma de vivir y del mundo, ha sido la gente más joven. Hay mucha gente que es vegana en Calama y también hay varios emprendimientos y refugios de animales, harto activismo”.
Explica que ser antiespecista es “valorar la vida de todos los animales y de todos los seres humanos con la misma dignidad y valorización para todos” y añade que desde la Colectiva Feminista se creó un bloque relacionado con esta lucha lo que les está permitiendo difundir estas ideas y recalca que, la mayoría son mujeres.
Jeana además, desde el emprendimiento que ha creado junto con su familia “Lolitas emporio”, pone en práctica su conocimiento como cocinera y a través de ella, fomenta la cocina sana y orgánica con materias primas locales, rescatando recetas e innovando para hacerlas más saludables.
“Es un emprendimiento vegano familiar, trabajo con mi compañero, mi papá que me ayuda en la construcción del emporio porque estamos en el proceso de abrir el local”, detalla la joven loína y recalca que a través de ello también tiene la oportunidad de “vivir más conscientes y criando a mis dos hijos en presencia”.
Comenta que el objetivo de este emporio no es sólo la preparación de alimentos saludables, va más allá. “Queremos dar a conocer cómo funciona la alimentación vegana, trabajamos con nutricionistas, hemos hecho talleres para educar y autoeducarnos y esa es la intención de nuestro emporio, dar educación”.
Por último Jeana espera que se vayan sumando más loínos a estas causas y dice que gracias a ello, “puedo enseñar lo que me gusta desde el amor”.