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Desde 2017, Jaime Brito Rodríguez forma parte la agrupación “Jóvenes voluntarios x Calama”, instancia que le ha permitido conocer la realidad de cientos de personas que están en situación vulnerable, especialmente de aquellos que viven en las calles.
Actualmente, Brito es secretario de la agrupación y han realizado diversas actividades solidarias siempre con el objetivo de entregar más que una ayuda o una caja de alimentos, sino que también una palabra de aliento, un abrazo o una sonrisa. “Hace falta harta ayuda aquí en Calama, hay mucha gente calle, igual ahora con esto de la pandemia, hay muchas personas que perdieron su trabajo y dejaron de ser el sustento de sus familias”, detalla.
En este sentido cuenta que, los integrantes de esta organización de jóvenes voluntarios trabajaron en las ollas comunes que se levantaron al alero de la Mesa Social Covid-19. “Llegamos a tener en el listado 230 familias, que igual es bastante, porque se menciona como familia el grupo familiar pueden ser cuatro personas, tres personas y hasta seis personas y , desde entonces, nos hemos dedicado a ellos”.
Jaime Brito explica que este espíritu de ayudar a los que más lo necesitan es algo que comparte con su esposa, pues ambos participan de la agrupación. Incluso señala que fue ella quien lo motivó. “Ella me lo inculcó a mi cuando empezamos nuestra relación y me di cuenta que realmente la gente lo necesita”.
Agrega que compartir estas actividades con su pareja y también con todos los que integran esta agrupación “es algo muy bonito” y explica que las diferentes experiencias y anécdotas que han experimentado – tanto alegres como tristes-, les permite estar más unidos y trabajar con mayor ahínco.
Dice que ser voluntarios les permite ponerlos en perspectiva y conocer realidades que, para muchas personas, pueden estar invisibilizadas o están llenas de prejuicios. “Siempre está el comentario de que las personas que viven en las calles, están así porque quieren y porque les gusta. Algunos tienen historias fuertes , si la gente se sentara con ellos a conversar, se darían cuenta que ellos son muy amables”.
Al respecto, invita a la comunidad a romper los estigmas y “conocer bien a la gente, porque la gente a veces necesita un abrazo, a lo mejor las personas están ahogadas con un problema y necesitan contarlo por el hecho de soltar un peso que tienen y para eso, estamos nosotros
Brito agrega que, a diferencia de lo que se puede pensar, los calameños son muy solidarios y ellos, como agrupación, han recibido mucha colaboración por parte de los loínos.
Finalmente este joven voluntario entrega un mensaje para motivar a sus pares y a los calameños a ayudar, sin esperar nada a cambio. “Ayuden mas allá de pensar de qué recibo a cambio, recibes una gratificación que nadie te la puede quitar, o sea realmente les va a marcar la vida si ayudan a la gente”.