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Poder generar la diferencia en el área de la educación, para que fuera menos rígida, más inclusiva y diversa, fueron algunos de los motivos por lo que la chuquicamatina Sthefanny Jofré Saavedra decidió estudiar pedagogía.
Fue así como – años después – cumplió su propósito y se tituló como profesora de Historia, Geografía y Educación Cívica y posteriormente, obtuvo el magíster en Dirección, Liderazgo y Gestión de Instituciones Educativas.
Explica que desde el primer día “me enamoré completamente de la profesión y desde ahí no he parado de ejercer”. El ejercicio de la docencia lo ha realizado mayoritariamente en Santiago, pero – según comenta Sthefanny-, siempre con el objetivo de poder volver algún día a trabajar a Calama.
“Ha sido una experiencia muy intensa, pues la educación en general tiene muchos matices. Hay cosas muy positivas que siempre tienen que ver con los estudiantes, especialmente cuando logran sus metas, cuando uno evidencia que a través del respeto, del formar vínculos, de potenciar sus habilidades, los chicos pueden llegar a hacer muchas cosas”, manifiesta la profesora.
Agrega que también hay otros matices, “que tienen que ver con la carga social que tiene la educación en particular, cuando vemos que los niños, su contexto es tan poderoso que también los condiciona para poder surgir, por eso uno trabaja con muchas más ganas”.
Entre los logros obtenidos por esta docente está el que, en 2020, fue una de las profesoras pioneras en utilizar las nuevas tecnologías y las redes sociales para difundir material didáctico en las poblaciones más vulnerables especialmente de la comuna de Pedro Aguirre Cerda. En tanto, este año, asumió el cargo de directora de la Escuela Boroa, establecimiento que se ubica en la misma comuna capitalina.
“Creo que en educación siempre hay espacio para todos, cuando uno tiene ganas de trabajar – en este caso de ayudar – y uno de alguna manera innova o también, busca tratar de ayudar a las personas, uno llega muy lejos”, reflexiona.
Agrega que tuvo que asumir un gran desafío, pues no es lo mismo dirigir en un escenario de clases presenciales a uno de clases virtuales, lo que obligó a los docentes a cambiar la forma de enseñar. “Ser mujer joven en este sistema también es muy difícil porque involucra que, de alguna manera, estén constantemente cuestionando las decisiones por la experiencia, pero después cuando ven que existen resultados, se genera una confianza en la gestión y en las decisiones”.
Durante la pandemia, Sthefanny logró canalizar otra de sus motivaciones: la escritura. Fue así como decidió participar en diferentes concursos literarios y, en 2020, ganó el primer lugar en el certamen, organizado por Codelco, “Mi vida y Chuquicamata en 105 palabras”.
Finalmente, esta docente hace un llamado a los jóvenes a ser perseverante y conseguir sus metas. “Uno puede hacer cambios y los cambios impactan positivamente en las personas y todo eso reconforta, así que aquellos que tienen ganas de soñar y ganas de hacer la diferencia, es posible”.