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La entrega de información y el derecho a la educación son parte fundamental en la vida de Marta Díaz Tapia. A través de las diversas labores sociales que ella realiza, contribuye a mejorar la calidad de vida de niños, jóvenes y adultos.
Una de estas áreas la realiza por medio de su labor como Facilitadora de Lengua de Señas, oficio que aprendió gracias a su hermana mayor quien financió un curso para que pudiera aprender este lenguaje y después siguió perfeccionándose hasta lograr una certificación. Actualmente, trabaja en una escuela básica de Calama, en la que ayuda a alumnos sordos para que puedan aprender las materias.
Explica que habitualmente presta sus servicios en actividades tanto públicas y privadas y señala que saber lengua de señas es necesario y que se requieren más personas que lo aprendan y así poder ayudar a la comunidad sorda en los distintos ámbitos del quehacer diario. “La lengua de señas es muy importante y algo muy necesitado en todos los lugares. A mi me ha pasado, por ejemplo, que ido a un supermercado y teniendo estos conocimientos me ha ayudado para comunicarme y para que la persona sorda también pueda comunicarse.
Per Marta no sólo se destaca por ayudar a la comunidad sorda de Calama, sino que también porque ayuda desinteresadamente tanto a chilenos, como extranjeros a realizar trámites y a orientarlos por ejemplo, en cómo poder solicitar el 10% de los fondos de la AFPs.
“La verdad que me ha gustado ayudar de pequeña, siempre ayudaba en cualquier cosa y esta iniciativa de orientar en los trámites nació luego que me di cuenta que, a veces, la información es muy escasa o no se entrega bien, o a veces te dicen que llames por teléfono y no te contestan y sobre todo a los extranjeros eso los complica mucho”, detalla Marta.
Agrega que “los extranjeros obviamente son personas que vienen de otro país, con otras maneras de ver las leyes, otra manera de ver los servicios públicos o estatales y al llegar acá, al conocer a personas extranjeras, consideré que ellos necesitaban esa ayuda”.
Dijo que, en una sociedad en la que prima la desconfianza y el individualismo, este tipo de ayudas son necesarias y que ella está dispuesta a hacerla y colaborar a todos los que lo necesiten.
“La verdad es que la ayuda que se puede hacer a una persona, más que una satisfacción que pueda sentir o un beneficio monetario, es la satisfacción que siente él al decir que, estando en Chile recibió una ayuda desinteresada y eso incluso, le puede cambiar la vida”, puntualizó.
Marta Díaz, se encuentra estudiando Ingeniería en Administración de Empresas, estudios que terminará en 2022 y dice que igualmente seguirá con su labor de orientar a las personas que requieran de su ayuda, ya sea a través de la lengua de señas o de hacer trámites. “La educación en la persona, no son los títulos, sino que es el respeto y cómo se muestra hacia los demás”, finaliza. –