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Para Nataly Navea Rojas, la música ha estado ligada a ella desde niña pues proviene de una familia en la que sus abuelos y su padre cantaban y tocaban instrumentos e integraban grupos folclóricos. A ello se suma que estudió en un establecimiento que se volvió artístico y decidió estudiar Pedagogía en Música en la Universidad de La Serena.
“Estando en la universidad, ahí descubrí que me gustaba mucho cantar, me metí en el coro, fui parte del coro sinfónico de la universidad, después del coro de Cámara y fui solista, entonces me enamoré del coro, terminé mi enseñanza en la universidad y quise seguir estudiando”, relata.
Fue así como se perfeccionó y realizó estudios formales en Dirección Coral en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina.
Por cosas del destino llegó a Calama, junto a su pareja, una decisión que le permitió poner en marcha un interesante proyecto artístico que buscaba influir en los niños y jóvenes de la ciudad que gustaban de la música, se trata de la Escuela de Música Calambanda.
“Nos enamoramos de este proyecto, partimos con 4 profesores y ahora somos 12 así que el equipo ha ido creciendo, los alumnos eran 30 y ahora 230, entonces la escuela ha ido creciendo en el tiempo, y nosotros también lo hemos sentido muy nuestro, a Calambanda lo sentimos como nuestra familia, el equipo docente es muy cohesionado también está muy comprometido con la realidad del proyecto que es de transformación social”, detalla esta joven docente.
Explica que en esta escuela de música, el principal eje es la transformación social y destaca la evolución que ha tenido con el avance de los años y en el que Nataly ha desarrollado una sólida labor con basta trascedencia a nivel comunal, regional y nacional. “Lo lindo de Calambanda que es muy versátil y hacemos mucho repertorio, muy diverso, hay repertorio sacro, repertorio popular, hay jazz, hay folclor, hacemos de todo, así que eso es lo atractivo del proyecto”.
Agrega que cada vez que les preguntan cuál es la clave para que esta Escuela perdure en el tiempo, “es porque tenemos un buen equipo docente y tenemos un buen líder y eso ha ayudado a que Calambanda crezca y que esperemos que siga creciendo y que perdure”.
Explica además que Calambanda es un proyecto transversal y que no discrimina. “Llega a gente de todo estrato social, de todo tipo de colegio tenemos gente que vive en distintas partes de Calama”.
El futuro para Nataly Naveas seguirá junto a la música y ligado a la Escuela Calambanda, sin embargo, señala que quiere seguir perfeccionándose. “Uno nunca termina de aprender y uno se va dando cuenta en el camino que también va necesitando más y más herramientas, mientras se pueda estudiar y hayan proyectos para postular, viajar, vamos a tener que hacerlo porque es un beneficio para nuestros alumnos y para la escuela”. –