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Fue mientras cursaba 1° Medio en el Colegio Juan Pablo II, cuando Hugo Servietti Cañupán ingresó a la pastoral juvenil “Pan con queso”, perteneciente al establecimiento educacional. Hoy, está a un paso de egresar de la Enseñanza Media, sin embargo su compromiso solidario y de ayuda a la comunidad sigue intacto, lo que es reconocido por sus pares y por sus profesores.
Según comenta este joven, ser parte de esta agrupación y ayudar es “gratificante y un golpe de realidad”, ello porque una de las principales actividades que realizan es el trabajo con las personas que viven en la calle, a quienes habitualmente visitan, entregan alimento y abrigo, pero más que nada les brindan amor, compañía y una palabra de aliento.
Manifiesta que esta labor permite eliminar aquellos prejuicios sobre las personas indigentes, especialmente aquella en el que se piensa que ellos están en esa situación de vulnerabilidad por flojos. “Pero la realidad no es así he encontrado médicos, abogados que están en la calle y que por un golpe duro en la vida ya sea la muerte de un familiar o crisis económica lo han llevado hasta esa situación”, dijo el joven.
Hugo dijo que ayudar no sólo consiste en hacer alguna entrega material, sino que va más allá. “Hay distintas formas de ayudar, no solamente brindándole algo de comer sino también espacios donde ellos puedan desahogarse y nosotros lo hemos dado y hemos escuchado”, señala.
Agrega que, “muchas veces ellos están solos ni siquiera están en grupo de gente que está en la calle, simplemente están solos , entonces la pastoral “Pan con queso”, los integrantes que, mayoritariamente son adolescentes, hacemos eso entregarles un espacio para que puedan, “contarnos sus problemas y no solamente pueden ser conversaciones tristes, también podemos ofrecerle una conversación de cualquier otro tema, cosas que los animen”, dijo.
Servietti dice que, actualmente, los jóvenes tienen consciencia social, al contrario de lo que mucha gente piensa, en el que creen que estas nuevas generaciones son egoístas e individualistas. “Siento que corresponde al pensamiento de una sociedad que menosprecia los sentimientos y los problemas de los jóvenes”.
En este sentido, precisa que conoce a muchos jóvenes que incluso, dejan de lado sus problemas para ayudar a otros.
Si bien Hugo , el próximo año iniciara su vida universitaria – quizás lejos de la ciudad y de la pastoral “Pan con queso”, hay algo que tiene muy claro y es el continuar ayudando a las personas más vulnerables, a través de alguna pastoral universitaria. “Es una oportunidad que puedo aprovechar para seguir no solamente ayudando a la gente sino que también encontrarme conmigo mismo”.
Por último, este joven manifiesta que en la pastoral del Juan Pablo II logró cultivar grandes amigos , los que espera seguir manteniendo con el correr de los años. –