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Una alfarera que rescata la cultura del Alto El Loa

Estudió Arte con mención en Historia en la Universidad de Chile y realizó su tesis en el 2015 en el Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama (Calama), donde pudo apreciar y acercarse a la magia de quienes fueron los primeros habitantes del Norte Grande.

Así, Romina González Escalona  conoció las texturas de las piezas arqueológicas, principalmente del pueblo atacameño, para enamorarse por siempre del desierto y sus habitantes, lo que luego derivó en el rescate de su alfarería.

“Me enamoré del norte y tuve mucha suerte de llegar a ese lugar (museo calameño)  que es un nicho cultural en el desierto y su director, Osvaldo Rojas, ha preservado mucho de la historia nortina a través de fotografías, archivos y piezas arqueológicas”, comentó.

Destacó que desde ahí tuvo un acercamiento a la alfarería, a las tierras, ya que además pudo conocer muchos lugares en la Provincia El Loa, algunos de ellos ligados a la paleontología, que son ricos en piezas de arcilla.

La artesana relató que poco a poco se fue enamorando de la alfarería, pero también cambió su residencia de Calama al poblado de Chiu Chiu, la entrada del Alto El Loa, para luego iniciar un acercamiento con Feliciana Tito, su gran maestra en San Pedro de Atacama.

“De ella aprendí el amor por la tierra, porque cada pieza tiene una conexión con lo ancestral, con quienes enseñaron generación tras generación  el oficio de la alfarería. Es que  no es solo la técnica en sí, es una forma de entender la cosmovisión de los pueblos originarios”, destacó.

Comentó que dentro de sus objetivos está recuperar las formas originales de la alfarería en piezas de uso cotidiano, objetos ceremoniales e instrumentos musicales de la cultura likanantay, que pertenecen al mundo andino.

Hace poca semanas,  Romina González recibió el  Premio a las Culturas, las Artes y el Patrimonio ‘Linterna de Papel” 2021, en la categoría artesanía de excelencia por su aporte en la Región de Antofagasta.

Además entre sus logros está “haber conseguido estabilizar arcillas de la Región de Antofagasta para piezas de fuego directo como ollas. Una técnica que estaba perdida y fue recuperada por mujeres alfareras  de Chiu Chiu”. Esto la hizo acreedora en el 2020 del Sello de Artesanía que otorga el Ministerio de la Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Después de las restricciones de la pandemia, esta artesna originaria de Temuco, pero que ya es toda una nortina, liderará el Segundo Encuentro de Alfarería del Alto El Loa, que será realizado del 24 al 28 de enero en San Francisco de Chiu Chiu.

“Este será un gran encuentro donde junto a otros artesanos y artesanas vamos a mostrar toda la riqueza patrimonial de esta zona y donde espero que vengan todos quienes le interesa la alfarería y sus conocimientos ancestrales”, reiteró.