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Una defensora de la pesca artesanal de nuestra región

Su pasión por el mar y la labor social van de la mano. Por ello, ya es reconocida como una dirigente que no descansa por su gremio, sobre todo para llevar adelante  proyectos para mejorar la calidad de vida en la zona costera de la Región de Antofagasta.

Nilda Ibáñez Herrera es la actual presidenta de la junta de vecinos San Pedro de Coloso, pero también lidera el Sindicato Mujeres del  Mar Caleta Coloso (Sidemar), donde impulsa iniciativas que destacan por su innovación e impacto comunitario.

En el 2019 dieron vida a un emprendimiento  para fabricar trajes de buceo para sus compañeros de labores, una herramienta de trabajo clave para el sector artesanal. Un buzo puede necesitar un traje de neopreno nuevo hasta cuatro veces al año y el costo es considerable.

“Estamos trabajando para que este sueño que empezó hace 8 años siga creciendo e incorporando a nuevas mujeres de la pesca artesanal, a través de la diversificación de nuestra actividad, en busca de mejores y mayores oportunidades para el desarrollo”, enfatizó Ibáñez en una publicación del 2019 de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach).

Durante la pandemia, Nilda Ibáñez  dijo que organizó alrededor de seis ollas comunes en la zona costera de Antofagasta. “No entregábamos estas raciones en Coloso. Nosotros salimos a recorrer hasta La Chimba, donde habían personas que la estaban pasando muy mal, pero las ayudamos con alimentación”, comentó

Asimismo, esta pescadora artesanal ante la vulnerabilidad de su gremio estudia atención social, pero también desarrolla una intensa labor como dirigente nacional, donde recoge las principales necesidades y problemas que existen en las distintas caletas del borde costero de la región.

“Un problema que tenemos es el acceso terrestre a las caletas, ya que algunas están muy aisladas y ni siquiera tienen un camino aceptable  para realizar sus labores. Esto significa que no tienen una conexión con el resto de la región, lo que resulta preocupante”, acotó.

Agregó que también algunos municipio tienen en cierta forma abandonadas las caletas, ya que carecen de suministro de agua. “También me estoy enfocando en proyectos de electricidad para estos sectores con paneles solares, además trabajo en una ficha de protección social para pescadores artesanales”.

Destacó que en la zona existen pescadores artesanales, buzos mariscadores (que representan casi el 80% de los hombres de mar) y recolectores de algas.

“Aquí hay demandas en temas de salud, vivienda y educación. El problema es que toda la ayuda está enfocada a las comunidades, pero la gente que vive en las caletas no accede a esos beneficios. Me interesa que esta ayuda llegue a ellos, porque son parte del desarrollo sostenible de la región”, enfatizó.