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El primer doctor en energías renovables

Es el primer doctor en Energías Renovables de la Universidad de Antofagasta (UA) y su investigación para alcanzar este grado académico sin dudas tendrá repercusiones en una industria que sigue creciendo en nuestra región y el mundo.

Mauro Henríquez Heimpeller  estudió primero  Ingeniería Civil Metalúrgica en la Universidad Arturo Prat, para luego trabajar por más de 10 años en el sector minero. Sin embargo, pese a lo alcanzado en la industria minera, quería ser un aporte para la sociedad  desde otra perspectiva.

Así, este ingeniero estudió un magíster en Desarrollo Energético en la UA, para luego llegar al  Centro de Desarrollo Energético Antofagasta del mismo plantel superior (CDEA). “Hice mi tesis del magíster en un tema muy específico. Donde trabajaba había un producto que pasó de venderse de cinco mil toneladas a 100 mil toneladas en un año,. Esto me hizo un click “, precisó.

Comentó que al exitoso producto le llamaban ‘sales solares’ y siguió investigando sobre sus propiedades, para luego ganarse una beca en un centro energético en España y para finalmente llegar el 2015 al CDEA.

Siguió sus estudio en el doctorado en Energía Solar, siendo la primera generación del grado académico en el 2016. “La beca en España me ayudó a estudiar los sistemas de almacenamientos térmicos en sales fundidas, que son utilizadas en las plantas solares térmicas. Todas estas plantas tiene enormes estaques que almacenan nitratos, que se encuentran en estado líquido”, puntualizó.

Agregó que siguió esta línea de investigación de las sales fundidas buscando nuevas mezclas. “Ahora se usa la mezcla de nitrato de potasio y nitrato de sodio. Yo en mi doctorado probé otra mezcla de tres componentes, donde agregué el nitrato de litio. Este producto tiene mejor rendimiento del utilizado ahora, además de reducir sus volúmenes en un 30%, aproximadamente”, precisó.

“Esto último lo está buscando la industria. Las ventajas de las plantas termo solares es que pueden producir energía las 24 horas del día al contrario de las fotovoltaicas. La continuidad de producción es gracias a sus sistemas de almacenamiento que mantiene su inyección energética 24/7”, preciso.

El investigador comentó que las sales fundidas almacenan la energía y en la noche por un sistema inverso la  entregan para seguir el proceso de entrega de electricidad. “Esa es la gracia de las sales fundidas y lo más importante las plantas termosolares pueden así compertir con las termoeléctricas a carbón”.