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Una antofagastina en los Juegos Olímpicos de Tokio

Esta esgrimista -especialista en la modalidad  florete- nació en Antofagasta y  su pasión por el deporte comenzó en una academia del British School, donde demostró sus cualidades y talento a temprana edad.

Tras destacar en competencias federadas y escolares, a los 11 años se trasladó junto a su familia a Houston (EE.UU.). Su padre Mijali, gerente de una empresa de perforación minera, empujó el carro tras compatibilizar su trabajo con la actividad deportiva de su hija.

En su trayectoria deportiva exhibe una medalla de oro en Esgrima en los Juegos Suramericanos de la Juventud en 2017. En 2021 obtuvo el noveno lugar en el Mundial Juvenil de Esgrima, y ese mismo año, clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con solo 18 años.

Para llegar a los JJ.OO., Katina Proestakis   tuvo que sortear el  torneo Preolímpico en Costa Rica, donde compitió por primera vez en la rama adulta en florete. Ahí, ganó cuatro de los cinco combates en fase de grupos. Al final, se enfrentó a una competidora colombiana, y triunfó, convirtiéndose oficialmente en una seleccionada olímpica.

Este año lo cerró con otra victoria en los Juegos Panamericanos Junior de Cali Valle, donde  se coronó campeona en su disciplina y permitió al país sumar su sexta medalla de oro en la competición continental.

Asimismo, el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile la premio hace pocas semanas en la categoría ‘Promesa Deportiva’ por sus resultados en competencias y también por las enormes posibilidades que tiene para seguir avanzando en la esgrima.

“Estar en Tokio era mi meta desde hace tiempo, y la historia empieza hace muchos años”, contó Katrina en una entrevista a un medio digital. Agregó que “partí de niña haciendo espada, y en el colegio me llamó más la atención el florete. Me instalé en Estados Unidos y acá entraré a la universidad a estudiar negocios”, señaló desde Houston.

Proestakis tiene raíces griegas. Sus antepasados son de la Isla de Creta y por vueltas de la vida terminaron en Antofagasta.

Recordó que su mamá la llevó a practicar ballet cuando era niña, pero que no era lo suyo. Terminó en esgrima.

Agregó que su ídola es la italiana Valentina Vezzali. “Cuando me empezó a gustar más la esgrima la encontré en Youtube. Me encantaba su estilo, es histórica, la que más medallas olímpicas ha ganado”,

“Como es un deporte de combate, la gente puede decir que no es un deporte muy femenino, pero yo encuentro que nosotras somos guerreras. Da lo mismo mientras uno disfrute lo que está haciendo, y le ponga garra y fuerza”, relató en una entrevista a un medio nacional.

Así, esta antofagastina pese a su juventud ya ingresó a la historia del deporte regional y nacional.