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Definitivamente su interés por lo social y comunitario han sido los pilares que han motivado la vida de Javier Carvajal Olcay (29). Primero a través de su participación en comunidades juveniles católicas y siendo unos de los voceros del Liceo A-7, durante la “revolución pingüina”, en el 2006.
Hoy egresado de Derecho de la Universidad Tarapacá e instructor de zumba con varias especialidades, ha trabajado incansablemente por mejorar las condiciones de las personas que están a su alrededor, participando en la creación del primer Centro de Alumnos (Ceal) de la UTA ( Iquique) y con una organización oncológica, entre otras.
Pero sin duda, lo que enorgullece a Javier es el trabajo que ha desarrollado con la Zumba para masificarla  y ser el pionero en usar las canchas para esta disciplina en Iquique.
–¿Cómo llegaste al mundo de la Zumba?
–Fue en un período en que estaba un poco gordito, y como era flaco porque bailaba (vicecampeón nacional de cueca juvenil en el 2005) la autoestima se me fue por el suelo. Y  decidí entrar al gimnasio y ahí conocí la Zumba. Y como sabía mucho de ejercicio fui y me certifiqué en Santiago y ahí empecé (a hacer clases) en el jardín de mi mamá y la primera semana tuve 8 personas, la segunda tuve 15 personas y después como eran tantas personas nos fuimos a la UTA y empezamos a hacer clases ahí. Y como la UTA también se hizo chica se pensó hacer esa clase para que llegara a todas las personas. La idea en ese entonces fue hacerla en la cancha, y ahí empezó el boom de las canchas, porque antes no existía, eran solo las juntas de vecinos. Y ahí comencé con precio accesible de 1.000 pesos, y con eso arrendaba la cancha y pude invertir en una tarima, amplificación y empezamos después a replicar clases gratuitas y ahora toda la gente en Iquique hace deporte.
–¿Y ahora qué eliges, el derecho o la Zumba?
–Creo que las dos cosas son complementarias. Pero el aporte más significativo es con la zumba porque de verdad que hacía falta un ejercicio accesible para todos. Por ejemplo las dueñas de casa que antes se dedicaban a ver novelas o hacer el té a esa hora, empezaron a hacer deporte y darse cuenta que el deporte es para todos.  También trabajé mucho tiempo con instituciones como Coanil y Teletón. Y ahora con mi amigo “Grillo” Aránguiz  que lo traje para motivar a los niños de Teletón y me motivó a mi y lo motivé a el para que se certificara en zumba.
–¿Qué mensaje le darías a los jóvenes?
–Mi recomendación es que los jóvenes se den cuenta que cuando uno construye un sueño y lo fortalece todo es posible, pero para ello tiene que trabajar. Que hace falta que busquemos sueños y trabajos para ayudar a la comunidad y así tratar de ser felices. Que hay que tratar de salir de la esfera del ego y entrar a la de la empatía. Lo otro es que aprendan a trabajar en equipo, siempre tener distintas visiones de las cosas es mejor.              J