Diego Zúñiga (31) es periodista y escritor iquiqueño radicado enSantiago que publicó Camanchaca, su primera novela, en 2009 por Calabaza del Diablo.
Esta obra fue traducida y la multinacional Random House incluyó a Zúñiga entre sus principales autores.
El autor ha cosechado una enorme lista de reconocimientos entre los que destacan el Premio a la Creación Literaria Joven Roberto Bolaño 2008, Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral 2009 por Camanchaca, Premio Mejores Obras Literarias 2013 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, categoría novela inédita, por Racimo, Premio Periodismo de Excelencia 2013 (Universidad Alberto Hurtado).
Además, fue seleccionado por el Hay Festival como uno de los 39 mejores escritores latinoamericanos de ficción menores de 40 años (2017).
“Viví en Iquique hasta el año 2000. Me vine cuando tenía 12 años a Santiago y mi vínculo con la literatura nació acá porque la ciudad es muy grande y encontré que debía hacer algo cuando pasaba mucho tiempo en una micro”, contó.
Arriba de una micro comenzó a leer y su formación lectora dio paso a la lectura para abrirse a la escritura.
“Para ser escritor no hay que estudiar algo.Elegí periodismo porque me permitía acercarme a la escritura”, describió.
– Ha alcanzado muchas metas a su corta edad, pero ¿cuáles le falta cumplir?
– Los reconocimientos son cosas que, cuando comienzas, se vuelven importantes porque son un impulso para saber que lo que haces tiene sentido. Los premios no son muy importantes para la literatura en sí misma. Cuando te sientas a escribir estás sobre la página en blanco y todos los premios que hayas ganado o perdido dan lo mismo. Ahora escribo una novela y estoy disfrutando mucho el proceso, no tengo un final en el horizonte y cuando la termine veré qué hago con ella. A mí la literatura me ha dado muchas cosas inesperadas y es una experiencia. Camanchaca fue una obra importante en su momento y es leída en los colegios; esto para mí es mejor que ganarme cualquier premio: que te lean unos chicos de 16 años es una experiencia muy enriquecedora. No me falta por hacer nada, sino seguir escribiendo.
– ¿Qué mensaje le da a los jóvenes?
– Mucho de lo que he escrito tiene que ver con mis años de infancia y adolescencia en elIquique de los años noventa. Como vivimos en un país tan centralizado, Santiago de alguna manera reúne muchas cosas que cuesta conseguir desde las regiones y esto es muy injusto. Mi mensaje es que disfruten las cosas que les gusta hacer, ya sea jugar fútbol o hacer una película. Crean en lo que quieren hacer y tengan la voluntad de hacerlo. Eso es lo más importante. J