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En Chile, Liandro Rodríguez ha estado en espectáculos circense por Arica, Iquique,_Santiago, Mejillones, La Serena, Viña del Mar. En el resto del mundo sus giras junto a circos internacionales lo han llevado por Ecuador, Perú,_Argentina y actualmente está lejos del continente.

“Soy un artista acróbata y trapecista de un espectáculo del Royal Circus, en la ciudad de  Taiyuán que es la capital de la provincia de Shanxi en la República Popular China”, señaló.

Entre sus principales trabajos está el desarrollo de escuelas de circo social en Alto Hospicio.

“Trabajé en talleres recreativos en los campamentos que realizó la escuela Claudio Orrego Vicuña de Alto Hospicio”.

También participó en Circo Océano, obra circense y teatral que representa la matanza del los pampinos en la escuela Santa María de la compañía En La Cuerda.

“Desde niño he me sentido atraído por las artes visuales y el deporte y finalmente me convertí en un artista acróbata”.

Rodríguez también formó parte en Chile del Circo Hermanos Fuentes Gasca de México.

– ¿Cuál es su principal meta?

– Mis metas siempre estarán vinculadas con mi desarrollo acrobático, ya sean seguir trabajando en espectáculos y también haciendo aportes sociales, deportivos y culturales.

– ¿En qué proyectos trabajó?

– Aprendí de una escuela de circo social, de la cual fui participe de varios proyectos, entre los más destacados fue la obra de Circo Océano con los números nunca vistos el año 2007, y paralelamente con mi amigo Braulio Rivera consolidamos un dúo acrobático desde el 2006, que nos llevó a varios eventos locales y también a programas de talento en Chilevisión.

– ¿Volverá a estudiar?

– Sí, pero trabajando en el circo es complicado, ya que viajas constantemente por diferentes lugares.

– ¿Le gustaría estudiar en el extranjero?

– Si tuviera la opción de estudiar la profesión que quiero sin dejar mi arte acrobático, sería la persona más feliz del mundo.

– ¿Cuál es su mensaje para los jóvenes?

– Los jóvenes son felices porque tienen la capacidad de ver lo bueno de las cosas, y hay que aprovechar esta habilidad para hacer tangible cada uno de nuestros desafíos, sueños y metas. Creo que los sueños no se cumplen con temor o viendo lo negativo de cada mala experiencia, sino al contrario, aprendiendo de cada falla, posteriormente adquiriendo experiencia y finalmente ver lo increíble que uno puede llegar a ser con tan solo ver lo bueno de cada cosa que nos rodea.