Seleccionar página

Macarena Via, cellista profesional e integrante de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta:

Es antofagastina y una artista multifacética en cello acústico y eléctrico, integrante de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, productora artística, directora y profesora de cello de la Academia Integral de Música Antofagasta, además de gestora y coordinadora cultural en proyectos del MINCAP.
Actualmente y en paralelo a sus actividades se dedica a la enseñanza del cello orquestal en la FOJI, es cellista invitada de la Orquesta Sinfónica de Ñuble y del proyecto “Entre viento y cuerdas”. De igual forma, es directora de la Orquesta de Mujeres de Antofagasta y cellista invitada de la Universidad Católica del Norte.

¿De dónde surgió tu interés por la música?
Por mi familia materna, ya que toda mi familia eran músicos. Los más destacados eran mi abuelo Eduardo Lalo Castillo, guitarrista de Trayectoria Popular y su hermano Orlando Chepo Castillo, eran violinistas y violista de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, los dos profesores normalistas.

¿Qué es lo que más destacas de tu trabajo?
Que es una profesión y oficio a la vez, que en lo personal, siento que es un trabajo con aprendizajes infinitos, siendo esto la razón de mi pasión por lo que hago.

¿Cuál crees que es el impacto que tiene la música en la formación académica de los jóvenes?
El impacto es integral, ya que influye en el desarrollo de todos los aspectos de una persona, lo intelectual, emocional, espiritual, social y físico.

Desde tu mirada ¿Qué es lo que más te gusta de Antofagasta?
Me fascina la mezcla del mar y el desierto, la energía potente del sol y la geografía tan diversa que ofrece una riqueza en flora, fauna y paisajes espectaculares, si los sabemos apreciar.

¿Cuál es el Antofagasta que te gustaría dejar a las futuras generaciones?
Me gustaría dejar un Antofagasta más creativo y con un pensamiento más amplio de las posibilidades de la vida. Siento que nuestra barrera geológica, que es la cordillera de los Andes, ya nos aísla como país de los demás países de Latinoamérica, y el norte queda aún más aislado de la capital, siendo un límite importante la cultura y educación en las personas de la ciudad.

¿De qué forma sientes que aportas desde tu trabajo al fortalecimiento de la Región?
Siento que mi trabajo ayuda a que las personas puedan conectarse con lo que son y sienten, abriendo la posibilidad de ser más conscientes de la perspectiva propia y de los demás, generando una oportunidad para observar valores, actitudes, recuerdos, etc, sin duda esto lleva a sentirse en plenitud y más felices.